Cómo Dios provee según la Biblia –
Parte 3…A MI SIERVO CALEB, POR CUANTO LO HA ANIMADO OTRO ESPIRITU Y DECIDIÓ IR DETRÁS DE MÍ, YO LO HARÉ ENTRAR EN LA TIERRA…² (Números 14:24)
Caleb tenía “otro espíritu”, uno que osaba desafiar al enemigo y decirle:…(l)os comer(éis)[emos] como pan (Números 14:9b). En vez de intimidarte, las amenazas del enemigo deberían “alimentarte” y hacerte decir: Acércate; cuando el polvo se pose, saldré más fuerte aun que cuando entré.¿Has visto alguna vez cómo los aviones de combate repostan en vuelo? ¡Nuestro Dios hace lo mismo! Justo cuando piensas: “No sé cuanto tiempo más podré aguantar”, el Espíritu Santo viene a tu lado, te sujeta, te llena “el depósito” y hace de ti una amenaza aun mayor para tu enemigo. Ya es hora de que entiendas cuánto te teme el enemigo, y dejes de batirte en retirada, esconderte o intentar negociar una tregua con él.
Antes de que los ejércitos de Josué conquistasen Jericó, Rahab les dijo a los espías: “…hemos oído que el Señor hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros…” (Josué 2:10). ¡Tu reputación te precede! El enemigo sabe que estás llamado a ser bendecido. Él teme cada movimiento tuyo; ¡de esto va la batalla! Sólo tienes que seguir luchando. Cuando Dios está de tu lado, los obstáculos se convierten en ¡oportunidades para crecer! Escucha: (a) “…el Dios de paz aplastará muy pronto a Satanás bajo vuestros pies” (Romanos 16:20); (b) “Os doy potestad… sobre toda fuerza del enemigo… (Lucas 10:19); (c) “…mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4). ¡Y hay muchas más promesas aún donde proceden éstas!
“…EL SEÑOR ESTÁ CON NOSOTROS: NO LOS TEMÁIS” (Números 14:9b)
El Israel moderno está todavía luchando por la tierra que Dios le dio hace años un lugar de provisión permanente y de bendiciones de pactos tan influyentes que siguen en portada de todos los periódicos. Lo que antes era un lugar físico en el Antiguo Testamento, ahora es, además, un lugar espiritual donde cada hijo redimido de Dios está llamado a morar. ¡Pero todavía hay lucha! “El diablo no me está molestando”, puedes decir. Esto sea quizás porque ¡no eres amenaza para él! En el momento en que tomes al Señor en serio, ¡estás involucrado en la lucha! ¿Pensabas que el diablo te iba a mandar un mensaje de enhorabuena? No, escucha: “…nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias, en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos; en pureza, en conocimiento, en tolerancia, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero; en palabra de verdad, en poder de Dios y con armas de justicia a diestra y a siniestra; por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces; como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, pero llenos de vida; como castigados, pero no muertos; como entristecidos, pero siempre gozosos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, pero poseyéndolo todo² (2 Corintios 6:4-10).
Vuelve atrás y relee estas palabras varias veces. ¿Por qué? Porque son requisitos básicos para cada ciudadano que quiera disfrutar de los beneficios del Reino de Dios.